sábado, 28 de diciembre de 2013

172 // auto primero

No sé si es verdad eso, que en la vida de cada mujer joven llega el momento en el que se da cuenta, de que todos los acontecimientos de su vida son  parte de un largo ciclo, se juntan como las mil piezas de puzzle, que lo que sucede siempre tiene una causa y una consecuencia. Todo lo que vivimos tiene su sitio exacto en nuestra vida como cada pequeño átomo en una cadena molecular - si cambias una pieza todo el resto ya no tiene el mismo sentido. Te hallas siempre en el sitio adecuado a la hora adecuada para conocer las personas que a continuación jugarán un papel muy importante en tu vida. Y cuando sucede no te das cuenta, después de varias semanas o incluso años abres los ojos y notas que PUEDES VER... toda tu historia es como un papel transparente. Te levantas y empiezas a correr. Giras y giras, gritas y ya sabes. Todo es un juego.

Esta noche me desperté asustada, abrí los ojos sin más y allí estaba ella, en mi cama. Estaba circulando por mis venas. No me lo habría creido si alguien me hubiera contado que yo misma sería el eco de aquella vieja historia de una maestra catalana. No me habría creído que pasados los años sería la protagonista de mi propio cuento. Pensaba que nunca supe escribir pero siempre quise transmitir emociones. Ella habla a través de mí, se me ríe en la cara.