sábado, 3 de mayo de 2014

184 // prigioniera

Tú mismo me dijiste, que ser prisionero de si mismo no significa ser un egoista, significa sentirse solo.

No me he olvidado de esta frase porque es cierta.
Lo que pasa es yo funciono al revés. Cuando me siento sola me convierto en la prisionera de mis propias debilidades. Creo que todo es muy diferente de como debería ser.

Desaparezco. Nunca antes lo había hecho. Soy una perfecta negación de lo que me enseñaban mis padres cuando era pequeña.
Después de tantos años que pasé luchando, me cansé, no quiero luchar más.

Me escondo en mis mundos alternativos, en la vida de Meritxell.
Rechazo esta realidad.

Me siento irreal. Como una figura de bronce. Inhumana.

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